La vuelta al vigor del deporte es pura realidad. Tras dos días de actividad parece que he vencido a la apatica sensación de vagancia que me empuja hacia abajo doblegando la fuerza G en el albor de la mañana. Puede que solo sea un espejismo, pero siempre me ocurre lo mismo cuando vuelvo a la actividad...
El primer día es horrible... Los casi dos meses sin pisar el gimnasio tenía siempre la misma reacción... "tengo que ir al gimnasio"... "diez minutos más y me levanto"... "uuuuuuuuuuh"... "mejor lo dejo para mañana"...
Ayer lo conseguí: me sobrepuse y volví a mi salón de tortura. No acabé roto del todo, hoy me ha costado mucho menos... podría decirse que hasta tenía ganas. Pero lo mejor de estos dos días (en cuando a ejercicio físico, evidentemente) ha sido el trayecto desde casa de Elena.
La sensación de velocidad mientras atravesaba el casi vacío casco antiguo ha sido increíble. Cada pedalada de mi bici de carretera me liberaba más y me pedía más vigor para la próxima. La temperatura ideal, la calidez de la noche se mezclaba con ese frescor que otorga el aumento del coeficiente de película de la transmisión por convección proporcionado por la velocidad y las gotas de sudor que perlaban mi frente.
La imponente muralla del Cesar que reforzaronlo árabes, la vacía calle San Luis. El precioso barroco de San Luis de los Franceses. Santa Catalina, San Marcos. El silencio del muro de los franceses. Varios bomberos sentados charlando bajo su puiente, la noche era tranquila para ellos también. Poco tráfico, casi inexistente. Oscuridad por la enramadilla y finalmente la baja iluminación de mi "pueblo". El Tiro de Línea tranquilo como siempre. Ya estoy arriba... suena el telefonillo...
Llegan Enrique y Carlos para echar unas cervezas viendo a los Rush.
Hasta la próxima.
Escrito por Turin a las 10 de Mayo 2006 a las 12:28 AMque duro es volver al gimnasio! pero luego se agradece, duermes como un tronco...
Saludos soleados
Escrito por Sainthropee a las 10 de Mayo 2006 a las 01:24 AM