La vida empieza para mí, y me siento un viejo. Recuerdos de mil momentos no dejan de volver acuciantes a mi cabeza. He dado todo de mi, y sí: soy un desastre. Se me olvidan las cosas, no se priorizar, puede que no haya sabido hacerte sentir especial... pero si pudieses saber lo que siento, te aseguro que no habrías dudado de mí nunca.
Ojalá todo esto fuese un mal sueño. Ojalá pudiese ser fácil la vida... pero no, es difícil y tropezamos al caminar. Si pudiera ser la vida tal y como la vemos cada uno...