Las Comunidades Cristianas Populares de Andalucía protestan rotundamente contra el Comunicado de los Obispos andaluces sobre las próximas elecciones
Las Comunidades Cristianas Populares de Andalucía hemos leído y releído con incredulidad y con creciente indignación el texto completo de las Orientaciones Pastorales de los obispos de Andalucía con motivo de las próximas elecciones generales y autonómicas en Andalucía.
Compartimos la invitación de los obispos a sentirnos más protagonistas de la sociedad en que vivimos y a emitir el voto en conciencia y con sentido de responsabilidad. Recogemos también su recomendación de construir una sociedad mejor no sólo con el voto cada cierto tiempo, sino también con un compromiso constante y cotidiano en la contribución a la vida común.
Valoramos su llamada a la solidaridad hacia los sectores sociales más desfavorecidos, especialmente hacia la población inmigrante. Pero nos parecen formulaciones tan estereotipadas y tan anodinas que da la impresión de que se hacen solamente para salir del paso.
Igualmente asumimos su afirmación de que parte esencial del bien común es la libertad religiosa. Efectivamente, cuando la Iglesia oficial negó durante siglos esa libertad religiosa y cuando en los Estados Pontificios, mientras existieron, se persiguió de forma implacable toda forma de libertad religiosa, resulta un alivio que, por fin, se acepte ese principio de libertad religiosa que la sociedad civil ha conquistado por sí misma a pesar de la cerrada oposición de todo el aparato eclesiástico.
Nos hubiera agradado que los obispos reconocieran públicamente el penoso papel histórico que han tenido los dirigentes eclesiásticos en su cerrada resistencia a reconocer los más elementales derechos cívicos, como el derecho de opinión, de reunión, de asociación y hasta de pensamiento. Por no hablar de su tajante negativa a reconocer la igualdad radical de todos los seres humanos.
Quizá porque han caminado durante tanto tiempo a remolque de la historia mantienen unos esquemas totalitarios que, curiosamente, pretenden trasladar a los actuales poderes públicos. Por eso, tras la lectura del Comunicado, las CCP de Andalucía:
1.- Rechazamos el tipo de comunidad humana y política que nos proponen los obispos precisamente porque a determinadas personas y colectivos se les niega su derecho a vivir en plano de igualdad de acuerdo con su orientación sexual o porque se les niega el derecho a decidir sobre su propia muerte de acuerdo con sus convicciones personales.
2.- Apostamos sin reservas por una Educación de la Ciudadanía. Entendemos que es obligación de los poderes públicos educar a toda la sociedad y muy especialmente a la juventud en una conciencia moral centrada en el respeto absoluto a los Derechos Humanos. Pensamos que la construcción de una ciudad armoniosa de la que hablan los obispos no se consigue desde una moral totalitaria o exclusivista, sino desde la aceptación del pluralismo y desde el respeto a otras opciones éticas que tienen también cabida dentro de los Derechos Humanos.
3.- Afirmamos claramente que no nos sentimos representados por el Comunicado de los obispos. Y que otras muchas personas, incluso practicantes, tienen comportamientos éticos muy madurados, pero muy diferentes de lo que pretenden establecer los obispos como la única moral católica. Creemos en una iglesia comunidad de creyentes en los valores de Jesús con pluralidad de opciones políticas, sociales, morales y culturales con derecho a disentir y expresarse libremente.
4.- Finalmente, exigimos con todo respeto a los obispos que se alineen inequívocamente con los sectores más desfavorecidos de nuestra sociedad. Que desde ahí inquieten las conciencias de todas las personas de buena voluntad. Que tengan el coraje de desmarcarse de posiciones políticas que buscan mantener situaciones de privilegio. Y que no sigan confundiendo vergonzosamente el mensaje de Jesús con alianzas con el poder.
CCP-Andalucía, 24 de enero de 2008
PAPAPAPPAPAPAPAAAAAAAAAAAAA ¡que locura!
Un Ligre!!! Mirad esto y flipadlo!!!! Yo creía que era una coña de aquel circo...
Y para despedirme, os dejo con algo precioso: Un elefante tirándose a un rinoceronte. PAAAAAA
Ha pasado bastante desde que colgué mi última carta aquí. Ahora vivo con la tranquilidad que da el centro. A una velocidad que siempre me ha gustado más. Ahora salgo a la calle a hacer cualquier cosa: comprar el pan o simplemente deambular un rato por el barrio... ahora tengo todas esas piedras viejunas que me gustan cerca. Puedo pararme tranquilamente a leer todas esas placas que me gustan tanto sin temor a robar el tiempo a la persona que va conmigo. Ahora vivo sin reloj, lo que siempre me ha gustado.
Subo a compartir comida a la azotea y la tranquilidad me inunda. Estoy loco por subir a disfrutar de las estrellas allí. Probablemente suba esta noche. Mi azotea me parece uno de los mejores lugares en los que he estado. Siento allí la intemporalidad que existe en los lugares mágicos, como en la casa de mis abuelos. Ahí arriba, bajo el covijo de un viejo campanario se otea el horizonte hispalense de forma privilegiada: La Torre de Don Fadrique al norte asoma tras Omnium Sanctorum, a su izquierda disfruto de Montesión, más a la derecha encuentro San Luís de los Franceses, Santa Marina, el fascinante alminar cristianizado de San Marcos, San Román, Santa Catalina, San Pedro... La Giralda se disfruta tras las grúas que van levantando los hongos que poco a poco vamos imaginando...
Me encanta mi micromundo actual. Llevo aquí menos de un mes y parece que nací aquí. Me encanta esta ciudad. Me apasiona sentirme hijo adoptivo, como muchos otros montañeses que llegaron aquí me siento como en casa. Doy dos pasos y encuentro sitios interesantes. Librerías, barecilos donde oír algún concierto, mil iglesias y conventos, millones de placas y azulejos en las paredes... llevaba mucho tiempo volviendo a mi casa desde casa de Elena atravesando el centro mientras maldecía a los erasmus por vivir allí... y mira, ahora con unas cuantas canas más en la cabeza, soy yo el que disfruto al máximo de mi ciudad. Me apasiona vivir un erasmus en mi ciudad, sabiéndome casi todos los trucos desde el primer día.
En fin... hoy toca cena en casa y me despido de vosotros mientras disfruto de "Blues for Panassie", de Don Byas... quién me iba a decir a mi, con lo jevi que yo era, que le iba a pegar tanto al Jazz... Me encanta, sobre todo el despertar matutino... pero me lo guardo para mí, que he aprendido a no compartir todo con mi gente...
Si venís al centro, no tenéis ninguna excusa... así que no os escaqueéis y pegadme un toque.
besitos